Imagina que estás en el proceso de cerrar una operación de renta. El monto de la misma es bastante importante y el potencial inquilino se ve como una persona muy seria, el candidato ideal, de hecho desea firmar el contrato ya que necesitamos ocupar el inmueble en los próximos días. No obstante, no cuenta con un aval.
Has escuchado que hay alternativas que permiten protegerse contra cualquier incumplimiento incluso sin tener un fiador, por lo que contratas un servicio de ese tipo. El tiempo apremia, pero la respuesta que te está dando quien te brindará ese servicio es bastante lenta y la comunicación no es eficaz. Intentas contratar el servicio con otro proveedor, pero la situación es más o menos similar. Con el tiempo encima y la urgencia de ya tener que entrar a la propiedad, el futuro inquilino te llama y te dice que, si bien entiende la necesidad de tener ese respaldo, con toda esa demora tendrá que rentar otra propiedad. Tu casa le encantó, pero la situación lo obliga. ¿Qué pesadilla, no? Si tan sólo hubiera una forma rápida y sin rodeos innecesarios de obtener esa protección…
Justamente una experiencia similar es lo que hizo surgir a Ávalo. Los procesos que requieren de garantías jurídicas se caracterizan por demandar 3 cosas: agilidad, efectividad y ética. Los productos y procesos de Ávalo están diseñados para cumplir específicamente con esos 3 requisitos básicos.
Ávalo nace de la sociedad entre un prestigioso bufete de abogados y un grupo de profesionales del ramo inmobiliario. La combinación de su amplia experiencia, especialización y profesionalismo, nos ha colocado rápidamente como uno de los líderes en la industria.
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